El menu desgustación de tapas es muy bueno, merece la pena, el precio esta bien pero el pan y el agua te cobran a parte y es caro, 3 euros por el pan y 3 por el agua. Sitio acogedor y tranquilo.
Un lugar digno de visitarse: céntrico y en un edificio antiguo reformado. Tiene dos plantas, tapas abajo y restaurante arriba. La cocina es una reinterpretación de platos tradicionales.
Recomendables las tapas. El camarero fue muy amable, a diferencia de la persona que estaba fregando los suelos en horario de apertura, el cual fue muy desagradable y grosero.