La colección está muy bien organizada para permitir contemplar los cuadros. Conservan algunas habitaciones originales de la época. Vale la pena sentarse un rato a contemplar el jardín.
El museo es pequeño, pero organiza exposiciones muy interesantes sobre ilustradores y dibujantes.
Muy agradable para pasear (especialmente si se tiene perro) Tiene una curiosa colección de estatuas, especialmente de líderes de las independencias americanas.
Impresionante colección de objetos precolombinos y coloniales, especialmente en relación con la América española.
Fuimos sin mucha idea y comimos muy bien con las recomendaciones del local. Especialmente buenas la musaka, los platos de cordero y el Dugh.
