Muchos piensan que la parte de arriba es/era un restaurante. La verdad es que no, el faro, que ahora está cerrado, se construyó como una torre de observación. No se sabe cuándo se reabrirá al público.
Ojito con el chorro, que aparece de la nada, y aunque está marcada su posición, te puedes calar si vas cerca con la barca de remos. Bueno, salvo que lo vayas buscando.
Cuando hace buen tiempo, hay que ir a la terraza que tienen en la parte de arriba. No hay mucha variedad, pero hay que probar el pollo asado, el cabrales y la sidra. A veces hay colas de 2h de espera.
Sale desde el paseo de Pintor Rosales, y llega un poco más arriba del Parque de Atracciones. Desde lo alto puedes ver la M30, y una vista completa de la zona de El Palacio Real y La Almudena.
Un gran desconocido. Tan sólo pasear por los jardines... es algo genial. Dentro hay muchas obras relevantes de Sorolla. Un oasis en medio de una zona de oficinas.
Un buen sitio para ver anochecer en Madrid, justo detrás del templo. El templo en sí no tiene mucho que ver. Regalo de Egipto por la colaboración de España en la presa de Asuán. De noche un lugar raro
Una de las pocas estatuas dedicadas al diablo en el mundo. No sé si lo sabrás, pero ahora mismo estás a 666 metros sobre el nivel del mar (no es broma).
Los mojitos son buenos y los hacen a toda máquina. Posiblemente el mejor mojito y nachos de todo Madrid. Puedes reservar mesas para celebrar tu cumpleaños, con una caja de 24 coronitas. Buena música
Edificio del siglo XIX, actualmente se utiliza para exposiciones de arte moderno. En se le eligió a Manuel Azaña como presidente en mayo de 1936.
Si no has ido al retiro a ver el tango, patinar, ver el estanque... es que no has estado en Madrid.
Dedicados al jardinero que los realizó. Dar un paseo por aquí es de lo más relajante.
Se puede montar en barca. Hay que ver el monumento dedicado a Alfonso XII, de Benlliure. La última vez que drenaron el estanque aparecieron (entre otros) más de 50 sillas, 5 mesas y dos pistolas
Los andenes de la antigua estación fueron remodelados en 1992 por Rafael Moneo para convertirlos en un jardín tropical. En una de las zonas del jardín hay tortugas del pacífico.
